Los rellenos dan mucho juego en la cocina. Nos permiten hacer combinaciones originales y muy sabrosas, utilizando una amplísima gama de ingredientes: frutos secos, frutas, fiambres, huevos, hortalizas... tan solo hay que tener buen criterio a la hora de casar los productos.
A menudo hago rellenos, porque nos gustan mucho y me permite dejar la carne hecha de un día para otro y aún así que permanezca jugosa. Y claro, busco nuevas combinaciones para no repetirme demasiado, aunque mi familia a menudo me pide lo que ya conocen y saben que les gusta, pero teniendo un blog de cocina no me resisto a buscar lo novedoso, arriesgando un tanto ; )
El relleno de esta receta lo encontré en una revista de cocina (Lecturas, cocina de invierno) y la carne que utilizaban era una paletilla de cordero deshuesada; si os apetece hacerla con cordero, tan solo tenéis que cambiar una carne por la otra. En la revista la receta se hace en el horno, pero os aseguro que en la cacerola está deliciosa.
Mirad esas zanahorias, no me digáis que no dan ganas de comerlas : ) . ¡ Preciosas y riquísimas!
INGREDIENTES:
- 2 Solomillos de cerdo
- 4 cebolletas (o 2 cebollas)
- 4 zanahorias
- 1 diente de ajo grande
- 1 vaso de vino blanco oloroso
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- pimienta
- harina
- 1 cebolla
- tomillo
- perejil
- 2 cdas de mantequilla
- 2 cdas de pan rallado
- sal
- pimienta.
El corte, de lo más jugoso.
ELABORACIÓN:
Preparamos el relleno: Para hacer este paso he usado la picadora, pero también se puede hacer a mano. Pelamos y picamos la cebolla muy fina. La mezclamos con abundante perejil picado y unas hojitas de tomillo (mejor fresco). Salpimentamos y añadimos la mantequilla ablandada y el pan rallado, y mezclamos todo muy bien.
Limpiamos el solomillo de grasas y telillas. Con ayuda de un cuchillo bien afilado la cortamos: practicamos un corte a lo largo del lomo y luego vamos cortando del centro hacia los lados, de modo que nos quede una pieza grande y plana. La aplanamos.
La cubrimos con el relleno, haciendo una capa finita y la enrollamos de modo que vuelva a tomar la forma original. La atamos con un cordel de cocina.
Salpimentamos la pieza y la enharinamos ligeramente.
Ponemos un par de cucharadas de aceite en la cacerola y la llevamos a fuego alto. Doramos los solomillos por todos los lados.
Añadimos las cebollas troceadas, el diente de ajo picado y las zanahorias cortadas en rodajas gruesas. Cuando estén bien rehogadas, incorporamos el vaso de vino blanco; dejamos evaporar y bajamos el fuego al mínimo. Dejamos que se hagan entre 15 y 20 minutos.
Retiramos la carne, quitamos el cordel y la cortamos en lonchas.
Pasamos la carne a la bandeja de servir, acompañada de las verduras enteras y regada con el jugo resultante. O bien pasamos todas las verduras por la batidora y luego por el chino y servimos la carne acompañada de la salsa.