Después de unos días de merecido descanso en la playa, apetece retomar las actividades diarias ;)
Dicen que a nadie le amarga un dulce, y así debe de ser, porque es fácil observar como en los blogs , entre los que incluyo el mío, las recetas dulces son las más atractivas, las que suscitan más visitas y comentarios.
Soy golosa, me encantan los dulces y sería capaz de comerme una bandeja de pasteles entera y de los helados, mejor no hablo ¡irresistibles!. Pero también soy coqueta y no me gustan nada esos antiestéticos michelines que se empeñan en instalarse en mis caderas. Además me preocupa la salud, no en vano se dice que por la boca entra la salud y la enfermedad.
Sin embargo, tampoco deseo renunciar a los dulces; por eso trato de elegir recetas que no lleven exceso de grasas ni azúcares. Cuando vi esta receta me gustó mucho, que aunque como veréis no es nada light, no lleva gran cantidad de azúcar ni mantequilla y en cambio quedan unos muffins muy jugosos y dulces gracias a la zanahoria. Son ideales para esos peques que huyen de las verduras. En principio no le iba a poner el frosting de queso, pero como iba a repartirlos con mi familia, pensé que comer uno o dos tampoco era tanto pecado :S y de vez en cuando, una gratificación viene muy bien.
Las cápsulas que utilicé ( Nota: no comprar cápsulas de los chinos) han afeado un poco el resultado y la foto, pero los muffins han quedado tan ricos que no he podido resistirme a publicar y compartir con vosotr@s la receta.
Espero que os gusten y os animéis a probarlos, porque además al día siguiente están aún más ricos, si cabe.
INGREDIENTES:
- 130 gr de harina
- 100 gr de azúcar
- 1 sobre de levadura en polvo
- 1 naranja
- 2 huevos
- 70 gr de mantequilla
- 200 gr de zanahorias (2 o 3 piezas)
- 1 pizca de sal
Para decorar:
- 200 gr de queso mascarpone (o cremoso light)
- 2 cucharadas de azúcar
- ralladura de naranja
ELABORACIÓN:
Lavamos la naranja y la secamos. Rallamos la cáscara con un rallador fino. Exprimimos la naranja y pasamos el zumo por un colador. Reservamos.
Pelamos y despuntamos las zanahorias. Rallamos del mismo modo que la naranja.
Batimos la mantequilla, previamente ablandada a temperatura ambiente, con el azúcar y la sal. Agregamos los huevos y seguimos batiendo hasta obtener una crema blanquecina.
Incorporamos la harina tamizada con la levadura y mezclamos bien.
Añadimos las zanahorias ralladas, la ralladura de la naranja y el zumo. Removemos hasta obtener una masa lisa.
Colocamos las cápsulas de papel para magdalenas sobre un molde rígido, para evitar que se deformen, y este en la placa del horno y las llenamos hasta 2/3 de su altura. Introducimos en el horno precalentado a 180º, calor arriba/abajo, durante 15 minutos.
Retiramos los muffins y los dejamos enfriar sobre una rejilla.
Batimos el queso mascarpone con el azúcar hasta que quede completamente integrada y lo introducimos en una manga pastelera con boquilla estriada. Coronamos los muffins con la crema y decoramos con la ralladura de naranja.
Fuente: Revista Lecturas Cocina Invierno