martes, 30 de abril de 2013

Carpaccio de naranjas y fresones

 


Es una manera diferente y curiosa de tomar la fruta. La receta me llamó la atención cuando se la vi hacer a Eva Arguiñano, en un programa de la tele. He probado las fresas de muchísimas maneras, tanto en preparaciones dulces como en saladas; todas me gustan.

Poco hay que explicar de este plato, salvo que la fruta sea muy fresca, de temporada y rociarla con la vinagreta justo en el momento de servir. Añadirle Cointreau si os gusta y evitarlo si lo van a consumir niños.

Esta muy buena y es una manera de sorprender a nuestros invitados con un plato de fruta fresca.



 


INGREDIENTES: 

  • 2 naranjas
  • fresones
  • el zumo de media naranja
  • 1 cucharada de azúcar moreno
  • canela en polvo
  • 1/2 cucharadita de vinagre balsámico
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
  • una hojitas de menta 
  • 1 chorrito de cointreau (opcional)


 


ELABORACIÓN:

Hacemos un zumo con una naranja.

Pelamos las naranjas eliminando toda la parte blanca. Las cortamos a lo ancho en rodajas muy finas.

Lavamos los fresones, les quitamos las hojas y los cortamos a lo largo en lonchas muy finas.

Disponemos las naranjas y los fresones  en un plato. Reservamos.

Hacemos una vinagreta con el zumo de la naranja, a la que añadimos el azúcar moreno, la canela en polvo, el vinagre balsámico y el aceite de oliva. Yo le di mi toque personal, añadiéndole un chorrito de cointreau (1 cucharadita ) Emulsionamos y dejamos reposar media hora.

Espolvoreamos la fruta con la menta picada y regamos con la vinagreta.






Fuente: Eva Arguiñano


domingo, 28 de abril de 2013

Pastelitos de arroz



Para la entrada de hoy he preparado unos pastelitos muy ricos, con un exterior crujiente y un interior cremoso y suave. ¡Deliciosos!

Estos pastelitos de arroz, junto a la carolina y los bollos de mantequilla son tres de los postres más típicos de Bilbao y aunque su nombre nos haga pensar que están hechos con arroz, lo cierto es que no lo llevan.
Muchas son las teorías sobre el origen de este dulce. La más curiosa, que no exenta de visos de realidad, es la que refieren marinos bilbaínos, para quienes este pastel tiene su origen en los pasteles que en Filipinas se hacían con harina de arroz. Traída esta receta a Bilbao por los marinos que hacían la carrera de Indias, la harina de arroz se sustituyó por la de trigo, y es aquí donde reside precisamente la paradoja de este dulce, que ha mantenido su nombre inicial de pastel de arroz, sin que cuente con este ingrediente para su elaboración y sin que, por lo tanto, sepa a arroz. Mientras tanto, hay otros que apuntan a que el origen de este pastel está en rellenar una base de hojaldre con una crema espesa de arroz con leche, uno de los postres más estimados por los bilbaínos, y cubrirlo todo con otra capa de hojaldre. De todos modos, sea cual fuese su origen, este pastel se ha convertido en santo y seña de la repostería bilbaína.



INGREDIENTES:

  • 16 Obleas para empanadillas (también podéis utilizar hojaldre o pasta quebrada)
  • 600 ml de leche
  • 60 gr de mantequilla
  • 20 gr de harina de arroz
  • 20 gr de maizena
  • 30 gr de harina 
  • 80 gr de azúcar
  • 1 pizca de sal
  • 2 huevos medianos
  • ralladura de limón (opcional)
  • azúcar glass (opcional)


 


ELABORACIÓN:

Precalentar el horno a 200ºC

Templar la leche y la mantequilla

Mezclar las harinas, la sal, la ralladura de limón  y el azúcar e ir incorporando los huevos de uno en uno mientras batís la mezcla. Hacerlo lo justo para integrar todos los ingredientes, sin meter aire. Lo hice con unas varillas manuales.

Añadir la leche templada con la mantequilla mientras seguís batiendo.

Engrasamos los moldes y  los cubrimos totalmente con la masa, pero sin estirarla para evitar que nos encoja luego.

Llenar los moldes con la mezcla.

Hornear a 200ºC, con calor arriba y abajo (también le puse la función aire) durante 25 minutos ( Si veis que no quedan lo suficientemente dorados darles unos 2 o3  minutos de grill)

Sacar del horno y dejar enfriar antes de desmoldar. Espolvorear con azúcar glass al servirlos.







NOTAS:

A mitad del horneado la masa crece mucho, pero luego veréis que se desinflan y queda una hondonada, esto es algo normal.

La harina de arroz tiende a quedarse en el fondo del recipiente, por lo que conviene agitar un poco la mezcla mientras la vertéis en los moldes.

Si sobran o vais a consumirlos más tarde, guardarlos en la nevera, y si te gustan tibios, con darles un golpe de microondas es suficiente para tomarlos en su punto.


Fuente: Cocinando con Goizalde



lunes, 22 de abril de 2013

Pastel de merluza y gambones



Con la llegada del buen tiempo nos decantamos por comidas más ligeras y fresquitas. Este pastel de pescado es una muy buena opción, aunque podemos degustarlo caliente, queda perfecto tibio o frío, acompañado con una rica salsa y una ensalada, puede ser un magnífico y nutritivo plato único.

Además es una excelente opción para reciclar esos restos de pescado y marisco que a veces se nos quedan en la nevera o congelador y que no nos llegan para una comida familiar. Quedará bien si lo hacemos solo con un tipo de pescado, pero también queda muy rico si mezclamos diferentes pescados.
Ideal para los peques y aquellos a los que les gusta el pescado limpito, sin una sola espina.

Es muy fácil de elaborar y el resultado es exquisito. Perfecto para hacerlo con antelación y llevarlo en el tupper o encontrarse con la comida hecha a la vuelta del trabajo ;)


 No dudéis en prepararlo. Os encantará.


INGREDIENTES:

  • 300 gr de pescado blanco (merluza, lubina, dorada, bacalao,rape...)
  • 8 gambones (o langostinos, gambas, mejillones...)
  • 4 huevos 
  • 1 yogur natural griego (125 gr)
  • 300 gr de tomate frito casero
  • sal
  • pimienta
  • aceite de oliva o mantequilla
  • 1 cucharada de pan rallado


 


ELABORACIÓN:

Llevamos al fuego una cacerola con el pescado cubierto de agua y sal. Una vez que comience a hervir, apartamos del fuego, tapamos la cacerola y dejamos el pescado dentro 5 minutos.

Escurrimos el pescado, lo secamos con papel absorbente y lo desmigamos, quitando pieles y espinas. Reservamos.

Batimos los huevos, el yogur y el tomate frito ( TRUCO: Aproveché una salsa de tomate casera que me había sobrado de una preparación con bacalao y pimientos rojos)

Mezclamos la merluza desmenuzada con el batido de huevo, yogur y tomate. Salpimentamos.

Pelamos los gambones. Se los puse, porque tenía varios rondando por el congelador y encontré la oportunidad de gastarlos en esta preparación. Si bien la receta gana con ellos, tampoco son imprescindibles. 

Untamos un molde apto para el horno, con una capa ligera de aceite de oliva y espolvoreamos con pan rallado, eliminando el exceso.
 Vertemos la mitad de la mezcla y repartimos la mitad de los gambones, seguimos vertiendo el resto de la preparación y terminamos con la otra mitad de los gambones.

Llevamos al horno precalentado a 180º, con calor arriba y abajo (también le puse el aire) durante 45 minutos. (Pinchamos con una brocheta para comprobar que está en su punto; esta ha de salir limpia)

Dejamos templar y desmoldamos.

Podemos servirlo caliente, frío o templado. Está muy rico solo, pero queda muy bien si lo acompañamos de una salsa de tomate o de mayonesa o de pimientos e incluso de una ensalada. 




Nota:

Si lo váis a preparar con antelación, dejarlo en el frigorífico bien envuelto en papel film para evitar que se reseque.

martes, 16 de abril de 2013

Muffins de zanahoria con crema de mascarpone



Después de unos días de merecido descanso en la playa, apetece retomar las actividades diarias ;)

Dicen que a nadie le amarga un dulce, y así debe de ser, porque es fácil observar como en los blogs , entre los que incluyo el mío, las recetas dulces son las más atractivas, las que suscitan más visitas y comentarios.
  Soy golosa, me encantan los dulces y sería capaz de comerme una bandeja de pasteles entera y de los helados, mejor no hablo ¡irresistibles!. Pero también soy coqueta y no me gustan nada esos antiestéticos michelines que se empeñan en instalarse en mis caderas. Además me preocupa la salud, no en vano se dice que por la boca entra la salud y la enfermedad.

Sin embargo, tampoco deseo renunciar a los dulces; por eso trato de elegir recetas que no lleven exceso de grasas ni azúcares. Cuando vi esta receta me gustó mucho, que aunque como veréis no es nada light, no lleva gran cantidad de azúcar ni mantequilla y en cambio quedan unos muffins muy jugosos y dulces gracias a la zanahoria. Son ideales para esos peques que huyen de las verduras. En principio no le iba a poner el frosting de queso, pero como iba a repartirlos con mi familia, pensé que comer uno o dos tampoco era tanto pecado :S y de vez en cuando, una gratificación viene muy bien.

Las cápsulas que utilicé ( Nota: no comprar cápsulas de los chinos) han afeado un poco el resultado y la foto, pero los muffins han quedado tan ricos que no he podido resistirme a publicar y compartir con vosotr@s la receta.


Espero que os gusten y os animéis a probarlos, porque además al día siguiente están aún más ricos, si cabe. 


INGREDIENTES:

  • 130 gr de harina
  • 100 gr de azúcar
  • 1 sobre de levadura en polvo
  • 1 naranja
  • 2 huevos 
  • 70 gr de mantequilla
  • 200 gr de zanahorias (2 o 3 piezas)
  • 1 pizca de sal
Para decorar:
  • 200 gr de queso mascarpone (o cremoso light)
  • 2 cucharadas de azúcar
  • ralladura de naranja




ELABORACIÓN:
 
Lavamos la naranja y la secamos. Rallamos la cáscara con un rallador fino. Exprimimos la naranja y pasamos el zumo por un colador. Reservamos.

Pelamos y despuntamos las zanahorias. Rallamos del mismo modo que la naranja.

Batimos la mantequilla, previamente ablandada a temperatura ambiente, con el azúcar y la sal. Agregamos los huevos y seguimos batiendo hasta obtener una crema blanquecina.
Incorporamos la harina tamizada con la levadura y mezclamos bien.
Añadimos las zanahorias ralladas, la ralladura de la naranja y el zumo. Removemos hasta obtener una masa lisa.

Colocamos las cápsulas de papel para magdalenas sobre un molde rígido, para evitar que se deformen, y este en la placa del horno y las llenamos hasta 2/3 de su altura. Introducimos en el horno precalentado a 180º, calor arriba/abajo, durante 15 minutos. 
Retiramos los muffins y los dejamos enfriar sobre una rejilla.

Batimos el queso mascarpone con el azúcar hasta que quede completamente integrada y lo introducimos en una manga pastelera con boquilla estriada. Coronamos los muffins con la crema y decoramos con la ralladura de naranja.






Fuente: Revista Lecturas Cocina Invierno


martes, 9 de abril de 2013

Brócoli a la vinagreta de naranja y almendras.



Y como no solo de dulces y platos acompañados de ricas salsas se alimentan nuestros cuerpos serranos, hoy toca un plato de verdura saludable, nutritivo y muy adecuado para empezar a probarnos los bikinis y bañadores de la próxima temporada. ¡Miedo me da!  :O

Reconociendo las muchas y buenas cualidades del brócoli (aporta grandes cantidades de vitamina C, ácido fólico y beta caroteno. Sin apenas calorías, es una fuente notable de calcio, potasio, fósforo, hierro y vitaminas. Aliado contra el colesterol. Protector del cerebro, cardiosaludable...) y a sabiendas de que me gusta, el caso es que lo cocino más bien poco ¿?

En la receta de hoy, he cocido las verduras al vapor, para conservar la mayoría de los nutrientes, y las he aliñado con una vinagreta  suave y deliciosa, que espero os guste tanto como a mi.


INGREDIENTES:

  • 800 gr aproximadamente de brócoli
  • 10 gr de almendras tostadas sin piel
  • 20 gr de almendras laminadas
  • 6 cucharadas de aceite de oliva
  • 2 cucharadas de vinagre de vino blanco
  • 1 naranja
  • 3 zanahorias
  • 1 o 2 patatas según tamaño
  • Sal
  • Pimienta
 





ELABORACIÓN:

Tostamos ligeramente las láminas de almendra en una sartén (sin aceite y sin ningún condimento) Reservamos

Separamos el brócoli en ramilletes medianos y los lavamos. Pelamos las zanahorias y las troceamos. Pelamos las patatas y las troceamos.

Colocamos las verduras en una olla con vaporera y las cocemos al vapor durante unos 4 o 5 minutos.

Exprimimos la naranja, colamos el zumo para evitar posibles pepitas y lo vertemos en el vaso de la batidora. Agregamos el aceite de oliva, el vinagre, las almendras tostadas, la sal y una pizca de pimienta molida. Batimos enérgicamente la vinagreta.

Repartimos los ramilletes de brócoli, las zanahorias y la patata en los platos y aliñamos con la vinagreta de naranja y almendras. Repartimos por encima las láminas de almendra tostada que teníamos reservadas. Servimos tibio.



miércoles, 3 de abril de 2013

Vasitos de cuajada con gelatina de fresas

 

  
La receta de hoy es un sencillo postre, muy fácil de hacer y de lo más vistoso, como podéis comprobar

 La cuajada es muy rica en calcio y si como yo, utilizáis leche desnatada os resultará mucho más ligero. Combinada con la gelatina y las frutas tendréis un rico postre, de textura muy suave. Además, es una forma muy original de tomar las frutas. En este caso he utilizado fresas, porque ahora están de temporada, pero se pueden usar otro tipo de frutas ( Kiwi, mango, plátano, frutos rojos...) y otros sabores de gelatina (en el mercado hay mucha variedad)






INGREDIENTES: (para 6 vasitos)

  •  1/2 Lt de leche (use desnatada)
  • 1 sobre de cuajada Royal (ya viene azucarada)
  • 1/2 Kg de fresas
  • 1 sobre de gelatina neutra o de fresas
  • 2 cucharadas de azúcar (opcional)
  • 1/2 Lt de agua
  • hojitas de menta o hierbabuena, para decorar.


 




 ELABORACIÓN:

Disolvemos el sobre de cuajada en la mitad de la leche (250ml) removiendo muy bien hasta que se disuelva. 

Ponemos al fuego un cazo con la otra mitad de leche y el azúcar (en caso de que vuestra cuajada no la llevase o si esta os gusta más dulce)  Cuando comience a hervir, la retiramos del fuego y añadimos el resto de la leche con la cuajada; a mi me gusta pasarla por un colador para evitar grumos.
Llevamos de nuevo al fuego, sin dejar de remover, hasta que vuelva a hervir. Retiramos del fuego.

Rellenamos los vasos hasta la mitad,  llevamos a la nevera y dejamos que se enfríen y cuajen.

Disolvemos el sobre de gelatina en un vaso de agua fría (250ml)

Ponemos al fuego un cazo con un vaso de agua. Cuando comience a hervir, lo retiramos del fuego y añadimos el vaso de agua con la gelatina. Removemos muy bien para que se disuelva por completo y dejamos enfriar.

Lavamos las fresas y les quitamos las hojitas. Las cortamos en trocitos. Cuando la gelatina haya empezado a cuajar, añadimos los trocitos de fresas y terminamos de llenar los vasitos, con cuidado, sobre la cuajada ya endurecida. Dejamos enfriar en la nevera al menos un par de horas, hasta que la gelatina esté totalmente sólida.






Aunque asociamos la gelatina a las golosinas (gominolas), es más que un dulce. No contiene apenas grasa, ayuda a hidratar el organismo, se digiere muy facilmente y aporta pura proteína con aminoácidos esenciales.
Un estudio europeo apunta que es capaz de reducir el dolor articular y regenera, parcialmente, los cartílagos dañados. Además facilita la pérdida de peso, ayuda a mejorar el rendimiento físico y a mantener en buen estado el cabello y uñas.