Comprendo que esta entrada no os suene a nada nuevo, somos muchos los blogger que en esta época del año publicamos entradas de salmorejos, gazpachos y sopas frías. Normal, con estos calores lo que más apetece es tomar platos que nos refresquen ;D
En mi caso es casi imprescindible que la suba al blog, pues tiene delito que no la tenga cuando mi marido y su familia son cordobeses y yo me pierda por un buen salmorejo; desde que llegan los calores hasta que se marchan, en mi frigorífico no falta una buena jarra de gazpacho. Pensé que tenía la receta de salmorejo, pero alguien me preguntó por ella, en el índice. No la encontraba, ¡pero cómo la iba a encontrar, si se me había pasado por alto!
Pues aquí está, un Sr Salmorejo, con todos sus avios y perdonad la inmodestia, pero si digo que está rico, me quedo muy corta, está riquísimo. Bien fresquito es para quitarse el sombrero... cordobés, naturalmente
; D
INGREDIENTES:
- 1 Kg de tomates en rama
- 200 gr de pan del día anterior
- 1 diente de ajo
- 150 ml de aceite de oliva virgen extra
- más o menos 75 ml de vinagre suave (opcional)
- 2 o 3 huevos duros
- jamón curado
ELABORACIÓN:
Utilizamos un pan del día anterior, que cortaremos en trozos pequeños y depositaremos en una fuente.
Pelamos los tomates : Hacemos una cruz en la base del tomate, los sumergimos un minuto en agua hirviendo (notaremos como la piel donde le hemos hecho el corte, se separa) y acto seguido, los pasamos a un bol con agua muy fría. Con este operación de ESCALDADO la piel sale practicamente sola.
Troceamos los tomates y cubrimos con ellos el pan troceado. Salamos y cubrimos la fuente con un plato o papel film, para que los tomates empiecen a "sudar" y empapen el pan. Reservamos unos minutos.
Pelamos el diente de ajo y le añadimos la mitad. Yo suelo añadirle la mitad y cuando lo pruebo para ver si está bien sazonado, decido si le añado la otra mitad o lo dejo tal cual; más vale ser un poco cauteloso a pasarnos con el ajo.
Incorporamos el aceite de oliva virgen extra y la mitad del vinagre y batimos mucho (mucho, mucho) para que nos quede con una textura muy fina. Probamos y decidimos si esta bien de sal, vinagre o ajo, según te guste más o menos fuerte.
Lo tapamos y dejamos unas horas en el frigorífico, para tomarlo fresquito.
A la hora de servir incorporamos los huevos duros, pelados y picados y el jamón serrano picado. También podemos regar por encima con un hilo de aceite de oliva
NOTAS:
El éxito de este plato depende de la calidad de los productos, ya que todo va en crudo. Es importante que los tomates estén bien rojos, maduros, pero no pasados, con la piel tersa.
Utilizar un buen aceite de oliva virgen extra es imprescindible. Hay que tener en cuenta que no tenga un sabor muy predominante o amargo.
El vinagre es opcional, hay quien se lo pone y quien no; a mi me gusta. Dependiendo del tipo de vinagre le pongo más o menos cantidad, por eso no se lo pongo todo de golpe, si no que pruebo y decido si añadirle más o menos. Si el vinagre es de Jerez, con dos o tres cucharadas es suficiente.
Como más me gusta es acompañado de huevo duro y jamón serrano, pero hay otras muchas opciones. Tal y como lo presento aquí es el salmorejo clásico