lunes, 25 de noviembre de 2013

Mousse de Nocilla blanca





Últimamente el número de entradas al blog con  recetas dulces ha aumentado mucho; da la sensación de que somos unos golosos empedernidos y sí, para que voy a negaros que nos gusta el dulce, pero en su justa medida. Lo cotidiano es que nuestras comidas terminen con  fruta y/o un yogurt.  Sucede que los platos dulces son menos complicados de fotografiar, pueden  hacerse y fotografiarse con antelación y no implica sacrificar a los comensales, haciéndoles esperar  mientras hago la foto y en consecuencia teniendo que comer el plato frío o recalentado, que siempre es un fastidio. Además, suelo hacer recetas dulces cuando tengo invitados a comer y  finalizar así la comida con un buen broche, también porque es el mejor modo de repartir las calorías  : D

Después del éxito de  la tarta mousse de nocilla, y dado que tenía en la despensa un vaso de Nocilla blanca sin empezar, adapté las cantidades para hacer esta rica mousse.

Por cierto, cuando compráis un vaso de los que tienen ambas ¿cuál acabáis antes? En mi casa el blanco es el primero en terminarse.

Es una mousse deliciosa que os recomiendo de todas, todas. Hacedme caso y en cuanto tengáis la ocasión disfrutadla.
Y dado que las Navidades están a la vuelta de la esquina, servir una mousse tan rica como esta de Nocilla blanca, tal vez con unos frutos rojos por encima, por aquello del colorido navideño, puede ser la guinda con la que culminar con éxito un menú festivo.










INGREDIENTES:

  • 2 clarasde huevo
  • 200 ml de nata líquida 35%M.G
  • 50 ml de leche
  • 150 gr de Nocilla ( le puse 190 gr)
  • 2 hojas de gelatina
  • 1 pizca de sal
  • un puñado de avellanas





ELABORACIÓN:

Hidratamos las hojas de gelatina en agua fría durante 10 minutos.
Calentamos la crema de cacao 30 segundos en el microondas. (En la receta original pone 150 gr, pero cuando me quise dar cuenta ya había echado el envase entero que son 190 gr)
Con ayuda de unas varillas eléctricas montamos la nata y reservamos en el frigorífico (Para que la nata nos monte es necesario que esté muy fría)
Con ayuda de unas varillas eléctricas montamos las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Reservamos en el frigorífico
Calentamos la leche sin que nos llegue a hervir y deshacemos en ella las hojas de gelatina previamente escurridas. Removemos hasta la completa disolución de estas
Añadimos a la leche con gelatina la crema de cacao y removemos hasta que nos quede una mezcla homogénea y una textura cremosa.
Incorporamos la nata montada y con movimientos envolventes mezclamos hasta conseguir que la mezcla esté homogénea.
Agregamos las claras montadas a punto de nieve y mezclamos, nuevamente con movimientos envolventes, hasta que la textura sea uniforme.
Vertemos en los recipientes y dejamos reposar en el frigorífico al menos 3 horas.
Pelamos y machacamos unas avellanas que espolvorearemos por encima de la mousse.





Si os gusta la Nocilla o la Nutella, estoy seguro de que no os podréis resistir a una foto como esta ¿A que no?




lunes, 18 de noviembre de 2013

Tabule o tabbouleh



¿Os gusta el tabule? A mi me encanta

En castellano la conocemos como ensalada libanesa, ya que es típica de la Bekaa. Se sirve como plato de acompañamiento de los mezze o entremeses típicos de la zona. 
En su elaboración se suele emplear trigo bulgur; aunque en muchas zonas del Magreb este se sustituye por cuscús.

Es un plato que se sirve frío y por lo tanto se suele consumir en los meses de verano. Sin embargo, a mi  que me gusta tanto  y que consumo de forma habitual ensaladas, la tomo en cualquier época del año, aunque en verano la dejo más tiempo de refrigeración.


INGREDIENTES:

  • 250 gr de cous-cous
  • 250 ml de agua
  • sal
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 2 tomates
  • pimiento rojo (opcional)
  • 1 o 2 cebolletas, según tamaño
  • 1 ramillete de perejil
  • 1 ramillete de hierbabuena
  • zumo de 1 o 2 limones

 




ELABORACIÓN:

Llevamos a ebullición el agua, a la que le habremos añadido un poco de aceite y sal. Retiramos el recipiente del fuego y vertemos el cous-cous. Lo tapamos y dejamos reposar unos 15 minutos.

Cortamos en cuadraditos pequeños los tomates, el pimiento y la cebolleta. Reservamos

Cortamos finamente las hojas de perejil y hierbabuena.

Una vez que el cous-cous esté hecho y  ya frío, mezclamos con las hortalizas y las hierbas. Salamos (tened en cuenta que ya habíamos salado el cous cous) y añadimos aceite de oliva virgen extra y el zumo de los limones. Mezclamos.

Refrigeramos y servimos.







NOTAS:

Las cantidades de las hortalizas, así como del perejil y la hierbabuena, varían en función de nuestros gustos; en estos casos es difícil poner cantidades concretas.

Podemos servirlo en una ensaladera, con unas hojas de lechuga, como acompañamiento de una comida principal, o bien como aperitivo, en recipientes individuales. De cualquier modo, además de rica, resultará muy vistosa.


lunes, 11 de noviembre de 2013

Pollo en salsa con champiñones


 


Hoy os muestro la receta de un rico, tierno y jugoso pollo en salsa. Una receta tradicional y económica;  de las de toda la vida, de esas que ya comíamos de niños y que hemos hecho muchísimas veces.
Un plato que admite distintas elaboraciones, según añadamos unos u otros ingredientes, por ejemplo podemos añadirle unas zanahorias, unos puerros o una picada de pimientos verdes y rojos... En esta ocasión la he hecho con unos champiñones.


INGREDIENTES:

  • 1 Pollo cortado en trozos grandes
  • 3 o 4  dientes de ajo 
  • 1 cebolla gorda
  • 250 gr de champiñones
  • 1/2 vaso de vino blanco (con brandy queda de lujo)
  • 1/2 vaso de caldo de pollo (mejor si es casero)
  • 1 cucharada de harina de maíz
  • 3 cucharadas de harina
  • sal 
  • pimienta
  • unas ramitas de romero (el tomillo también le va muy bien)
  • perejil picado
  • 3 cucharadas de aceite de oliva 






ELABORACIÓN:

Ponemos al fuego una cazuela con el aceite de oliva a fuego medio alto.

Limpiamos el pollo de pieles y grasas. Lo salpimentamos y enharinamos ligeramente (una capa fina) y doramos, por tandas, en el aceite caliente. Conforme se vayan friendo las piezas de pollo las reservamos aparte.

En ese mismo aceite rehogamos los ajos cortados en láminas y la cebolla cortada en cuadraditos pequeños (brunoise). Incorporamos las ramitas de romero y  los champiñones limpios y cortados según nos guste, rehogamos un minuto y añadimos los trozos de pollo.

Regamos con el vaso de vino y cuando haya evaporado el alcohol, añadimos el caldo de pollo. Dejamos que el pollo se haga durante 30 minutos a fuego bajo.
Si vemos que la salsa no tiene el espesor deseado, desleímos una cucharada de harina de maíz en agua fría y se la añadimos al guiso, dejando cocer unos minutos más.

Retiramos las ramas de romero, servimos los trozos de pollo con el champiñón y regados con la salsa. Espolvoreamos perejil picado por encima.


NOTAS:

Me parece importante que el pollo quede bien dorado por todos los lados, para que quede sellado y no suelte los jugos. Por ese motivo es imprescindible que lo hagamos por tandas, sin amontonar.

Siempre le quito la piel, por aquello de las calorías, pero si te gusta, bien tostadita está riquísima. En ese caso echa un poco menos de aceite, porque la piel es muy grasa.

Un buen vino le da aroma y sabor. Cuando tengo brandy se lo añado, porque me encanta el toque que le da, aunque lo he hecho también con cerveza, sidra y hasta champagne.
 
Para que la salsa quede más ligadita, de vez en cuando darle un movimiento de vaivén a la cazuela donde se cuece, de ese modo la salsita emulsiona.


 


Y no os olvidéis de servir con pan, porque la salsita está para mojar y dejar el plato reluciente ;)



lunes, 4 de noviembre de 2013

Bizcocho de chocolate a la taza con nueces





Siempre me han gustado los libros, revistas y programas de cocina; siendo así, las conversaciones sobre comidas y recetas son inevitables y con ellas las notitas con las nuevas aportaciones, con el fin de no olvidarlas. A ellas se le suman otras tantas, de las recetas cogidas al vuelo de algún programa de televisión o de las que veo en alguna revista cuando voy a la peluquería o al dentista. Con el fin de ordenar todo ese maremagnum de papelitos y post-it nació el blog, pero la costumbre no se me ha ido y sigo acumulando notas y más notas de recetas. ¡Qué le vamos a hacer!

En los sobres de levadura de la marca Hacendado hay recetas y claro, ya habréis adivinado que las guardo. Una de ellas corresponde a este riquísimo bizcocho. Facilísimo de preparar, pues ni siquiera necesitamos balanza y cuyo resultado me ha sorprendido muy gratamente. Queda una corteza ligeramente crujiente y un interior esponjoso, con un intenso aroma y sabor a chocolate. La única licencia que me he permitido, y que os aconsejo, es añadirle unas nueces o cualquier otro fruto seco de vuestra preferencia.

Visto lo cual, seguiré guardando también las recetas de levadura ; D



 INGREDIENTES:

  • 2 huevos tamaño L
  • 7 cucharadas soperas de aceite de girasol u oliva suave (50 gr)
  • 1/2 vaso de leche (250 ml)
  • 9 cucharadas de azúcar (150 gr)
  • 9 cucharadas de chocolate a la taza (150 gr)
  • 10 cucharadas de harina de repostería 
  • 10 gr de levadura (2/3 de sobre)
  • 10 nueces 



 



ELABORACIÓN:

Precalentamos el horno a 170º, Calor arriba y abajo, y función aire (opcional).

Engrasamos un molde rectangular y lo espolvoreamos con una ligera capa de chocolate a la taza

Mezclamos la harina con el chocolate a la taza en polvo y la levadura. Pasamos la mezcla por el tamiz.

Vertemos en un bol los dos huevos y el azúcar y batimos la mezcla unos minutos. Añadimos el aceite y la leche y batimos con batidora eléctrica unos 3 minutos o hasta conseguir una crema ligera.

Añadimos al bol la mezcla tamizada de chocolate y harina. Mezclamos a mano hasta conseguir una masa homogénea . Añadimos las nueces peladas y cortadas en trozos grandes, distribuyéndolas a lo largo de la masa.  Vertemos la masa en el molde y horneamos durante 45 minutos (50 si no le ponemos la función de aire)

Pasados 35 minutos podemos abrir el horno para comprobar si el bizcocho está hecho, pinchando con una brocheta. Esta ha de salir limpia.

Sacamos del horno, dejamos el molde sobre una rejilla y pasados diez minutos desmoldamos. Una vez templado o frío espolvoreamos por encima con azúcar glas.