Salmón con mostaza y miel

El salmón es un pescado azul debido a su elevado contenido de grasa. Sin embargo, esa grasa desaparece casi por completo tras el desove, dado el esfuerzo que realiza el animal para remontar los ríos. Durante el tiempo que permanece en el río, el salmón no se alimenta y consume sus propias reservas  grasas, motivo por el cual durante ese periodo deja de ser considerado un pescado azul o graso.

Su carne es firme y sabrosa, pero a la vez delicada y agradable en la boca.
Admite múltiples preparaciones culinarias, pero para poder disfrutar al máximo de su exquisita textura y su penetrante sabor, sólo hay un secreto: no hacerla demasiado.
 Por lo general se cocina asado a la parrilla o a la plancha, para no aumentar en exceso el contenido graso del mismo. 


Ingredientes:

• 4 lomos de salmón
• 1 cucharada de mostaza a la antigua
• 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
• 1 cucharada de miel
• sal gruesa
• pimienta

Elaboración:

- Colocamos la mostaza y la miel en un bol y mezclamos con una cuchara de madera hasta conseguir una crema densa y homogénea.
- Agregamos el aceite y mezclamos suavemente, sin llegar a ligarlo del todo. Reservamos
- Calentamos una plancha o sartén y esparcimos un poco de sal gruesa y una gota de AOVE. Doramos el salmón unos 2 minutos por cada lado.
- Sazonamos el salmón con una pizca de pimienta y servimos inmediatamente, acompañado de la vinagreta de mostaza.

Una ensalada de lechuga, tomate y cebolla es el acompañamiento ideal.

¡ Espero que os haya gustado!