Si tienes un blog de cocina es señal de que disfrutas cocinando, pero con lo que de verdad disfrutamos es compartiendo esos ricos platos que hemos hecho con nuestra familia y amigos ¿tengo razón? ; D Y si hay una época por excelencia donde esto sucede es en Navidad, donde la comida se convierte en un acto convivencial.
Pero también es tiempo de regalos y que mejor que uno hecho por nosotros mismos, en el que depositar todo nuestro cariño y con el que además divertirnos mientras lo elaboramos.
Este año decidí hacer unos paquetes con galletas de mantequilla y motivos alusivos a la Navidad. Estaban muy ricas, tipo pastas de té, con un sabor a mantequilla delicioso. En cuanto a la decoración es la primera vez que hago algo con glasa y aunque soy consciente de que me queda mucho por aprender, estoy contenta con el resultado, porque lo que importa de verdad es el cariño con que las he hecho.
Aún quedan muchos días de fiesta, os animo a que como yo, regaléis productos elaborados por vosotros; algo que por otra parte se está poniendo de moda, el otro día en una revista de regalos de unos conocidísimos almacenes vi varios regalos que consistían en un kit para elaborar cupcakes u otro en el que habían puesto en un bonito tarro de cristal todos los ingredientes secos para elaborar un bizcocho o unas galletas y la receta colgada en una bonita etiqueta. Una magnífica idea ¿no os parece?
INGREDIENTES:
Para la masa:
- 650 gr de harina tamizada
- 250 gr de azúcar
- 250 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 1 huevo L + 1 yema
- 1 o 2 cucharadas soperas de leche
- 1 pellizco de sal
- aroma a nuestro gusto (limón, almendra, extracto de vainilla, etc)
- bolitas o sprinkles para la decoración
- caramelos
Para la glasa:
- 1 clara de huevo a temperatura ambiente
- 200 gr de azúcar glass (comercial, no nos sirve la casera)
- 1 cucharada de zumo de limón colado
ELABORACIÓN:
Batimos la mantequilla hasta que doble su volumen e incorporamos poco a poco el azúcar, para que se vaya integrando.
Cuando hayamos terminado con el azúcar, añadimos suavemente el huevo y la yema ligeramente batidos y la esencia que hayamos elegido, en mi caso usé extracto de vainilla.
Incorporamos la harina tamizada con el pellizco de sal, poco a poco, para que se vaya integrando al resto de ingredientes. Veremos que se nos forma como una especie de migas, es el momento de incorporar la cucharada sopera de leche (yo le puse dos) para ligar la masa.
Formamos una bola cuando no se nos pegue a los dedos (no hay que amasar demasiado) La cortamos en cuatro porciones. Con un rodillo estiramos cada porción entre dos papeles de hornear y para que nos queden todas las galletas del mismo tamaño nos ayudaremos de unas guias: yo uso unos listones de madera de medio centímetro. Dejamos reposar la masa estirada, en la nevera un mínimo de 30 minutos.
Cortamos la masa con el o los cortadores elegidos y la colocamos en la placa del horno un poco separadas entre si. Repetimos la misma operación con toda la masa.
Precalentamos el horno a 170º, con calor arriba y abajo. Mientras el horno se precalienta, dejamos la placa (cubierta con papel de hornear) con las galletas cortadas en el frigorífico, eso hará que mantengan mejor la forma durante el horneado.
Horneamos durante 15 o 16 minutos, hasta que empiecen a tomar color dorado por los bordes. Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Para las galletas de caramelo:
Machacamos unos cuantos caramelos de diferentes colores o de un solo color si queremos que todas sean iguales.
Con ayuda de un descorazonador de manzana o un cortador más pequeño o algo que nos pueda servir, hacemos un hueco en el centro de la galleta. Depositamos una porción de caramelo en el centro; aquí es mejor no pasarse con la cantidad, porque durante el horneado podría rebosar y manchar toda la galleta, pero tampoco hay que quedarse cortos o no cubrirá todo el centro de la galleta.
Una vez horneadas han de enfriarse un poco sobre la bandeja, hasta que el caramelo endurezca y pueda desprenderse con facilidad del papel.
Quedan muy bonitas colgadas del árbol de Navidad, si queréis colgarlas, antes de hornealas hacerles un pequeño agujero con una brocheta o similar.
Para hacer la glasa:
Batimos la clara de huevo y vamos añadiendo el azúcar glass tamizado a cucharadas, hasta formar una pasta blanca, aquí es el momento de añadir el zumo de limón colado, que le dará sabor y además ayudará a que la glasa seque mucho antes.
Hemos de seguir añadiendo azúcar hasta conseguir una textura similar a la pasta de dientes.
Decoramos las galletas cuando estén frías, introduciendo la glasa en una manga pastelera (si no tenéis podéis hacer una con papel de hornear o en su defecto una bolsa de congelados) cortamos la punta y adaptamos la boquilla y hacemos la decoración navideña. Antes de que seque la glasa totalmente espolvoreamos las bolitas de colores o la decoración elegida.
Y estas son algunas de las bolsas que preparé; en cada una había doce galletas, como podéis comprobar con estas cantidades se pueden hacer muchísimas galletas, creo recordar que horneé cinco o seis tandas.
Solo me queda desearos que estéis pasando unas muy felices fiestas, sin demasiadas indigestiones y que el próximo año sigamos compartiendo muchas más recetas y buenos momentos. Sed felices.
Fuente: Directo al paladar